Kitty


La muchacha contoneaba su cuerpo al ritmo de la música industrial, ascendía y descendía en la barra fría de metal con gracilidad, mientras estaba allí arriba y pese al gran número de ojos que se cernían sobre ella podía sentirse libre, a fin de cuentas, en aquel lugar las apariencias extravagantes eran el reclamo. A través de la muchedumbre, en una de las mesas reservadas, pudo discernir una figura que resaltaba entre todas las otras, tal vez era esa sonrisa amplia, o tal vez esos ojos oscuros como pozos insondables, tal vez era ese pelo largo ondulado y negro, o tal vez la rosa negra que el muchacho levantaba cada vez que sentía que ella le miraba, no sabía que significaba ese aura que rodeaba aquel chico, pero algo en él la llamaba.

Desde ese momento todos sus esfuerzos se centraron en seducir al muchacho, no desvió su mirada de sus ojos en todo el espectáculo, y al terminar éste obtuvo lo que andaba buscando. Mientras caminaba calle abajo en dirección a ninguna parte, el muchacho, salió de entre las sombras de un callejón y ofreciéndole la rosa intentó iniciar torpemente una conversación:

- Bu… Bu… Buenas noches señorita Kitty.

La muchacha enarcó una ceja y se le escapó una risita al escuchar su nombre, y sin quererlo puso aún más nervioso al muchacho que apunto estuvo de darse la vuelta y salir corriendo de vergüenza, cogió con su mano la rosa e intentando encontrar una entonación que tranquilizase al joven y le invitase a seguir llevando las riendas de la conversación le contestó:

- Buenas noches…ehm… ¿Puedes decirme tu nombre?
- Jo… Joan… es… es un honor hablar contigo señorita Kitty

Silencio… Risita… Parece que el chico era más introvertido de lo que esperaba.

- Kitty únicamente, por favor.
- Cla… Claro… Kitty.

De nuevo silencio… pero esta vez no hubo risa. El rostro de ella se tornó insinuante, paso su lengua por la comisura de sus labios y dijo:

- ¿Quieres divertirte Joan?

Era perdida de tiempo continuar con la conversación, o con el intento de ella, así que, no esperó a la contestación, colocó una mano sobre el hombro del muchacho y otra en su cuello y lo arrastró al interior del callejón mientras lo besaba, había encontrado el motivo de que el muchacho le llamase la atención.

Salió minutos después con una sonrisa de satisfacción dibujada en su rostro, y retomando su vagabundo camino, limpió un hilillo carmesí de la comisura de sus labios sin percatarse de la mancha en su camiseta. Ella sólo recordaba lo que realmente le había atraído de ese muchacho…

El dulce y sabroso cáliz de la vida que ella había tomado por placer… y hambre…

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MODO: Deskonectado
PHOTO: Hoy no hay foto


Dream worlds II


Él no pensaba para nada en Dios, ya no.
N
o esperaba ninguna inspiración divina, pues sabía ke no llegaría.

Se había aislado del mundo para su propia y únika satisfacción, sólo por el mero exo de estar cerka de sí mismo, gozar de su propia existencia libre de toda influencia externa. Y la enkontraba maravillosa, porke a pesar de estar a sólas, de ke nada perturbaba su soledad, estaba viviendo de la manera más intensa y desenfrenada posible.

Su imperio interior, donde había enterrado desde su nacimiento todos los daños recibidos durante su korta vida, era escenario de la mayor guerra jamás librada. En él conjuraba primero los rekuerdos más antiguos y remotos, se revolkaba en la repugnancia y el odio, y sin darse kuenta, su vello se erizaba de horror.

Pero no era suficiente...

Daba un par de saltos hacia delante en el tiempo y atraía hacia si akellos momentos dificiles de su adolescencia, sin kerer, apretaba kon fuerza los dientes de rabia e impotencia.

Pero aún necesitaba más...

Así, evokaba en su interior los rekuerdos más cerkanos, el dolor aún no cikatrizado.

Y entonces, de repente, el odio brotaba en él kon violencia orgasmika, estallaba komo una tormenta, borraba todos los rekuerdos komo un hurakán y los ahogaba kon un diluvio purifikador.

Era una sensación demasiado agradable, un acto de violenta exterminación ke kulminaba kon una sensación de agotamiento placentero.

No se kansaba de demostrarse así mismo una y otra vez ke en su imperio interior, el úniko Dios ke existía, tenía su aspecto y portaba kon majestuosidad su nombre...


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MODO: Perdido
PHOTO: Crawling Boy.jpeg by me

Dream worlds


En su interior sólo habitaba el deseo de huir a otro mundo...
un mundo sin la luz del día...
sin el agetreo humano...
sin el incesante ruido de vidas agenas...
sin la peste kontinua a personas, coches y cosas...

En muchas okasiones imaginaba este mundo...
soñaba komo sería...
y lo dibujaba en su mente...

kalles a oskuras únikamente iluminadas por una luna menguante...
kon tonalidades komo de plomo fundido...
donde ni sikiera se mueve el viento...
donde sólo existe el olor a tierra mojada...
sin gente...
sin vida...
salvo la suya propia...

Y se sumergía en sus sueños...
y detestaba aún más el mundo ke le rodeaba...
plagado de marionestas del egoísmo...
de la hipokresía...

El mundo de sus sueños...
era el úniko mundo aceptable para él...
pues lo había kreado a imagen y semejanza...

al mundo de su alma.

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MODO: Rehuyendo de internet por una temporada
PHOTO: Vuelta a kasa tras un paseo de madrugada